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9/3/10

Desigualdad de la mujer.

Resumen:


Durante mucho tiempo la mujer ha sido víctima de discriminación.

Si bien es cierto que en el balance entre hombre y la mujer existen diferencias biológicas, a ella le adjudican valores negativos aportados por la sociedad, cuyo basamento socio-filosófico se fundamenta en el machismo.

Durante años para el hombre ha sido un instrumento sexual, destinado a la reproducción del hogar, la familia y los hijos.
Los tiempos cambian y la mujer ha logrado, a través de su lucha, conquistas sociales y laborales, al enfrentarse el reto de trabajar en una entidad y en los menesteres del hogar , lo cual significó -sin la menor duda- una nueva y pesada carga para ello.

Para la ley de nuestro país, mujeres y hombres somos iguales porque , ante todo, somos seres humanos, así lo establece nuestra Constitución.

Por medio de esta investigación comprobamos que la discriminación hacia la mujer está presente y va en aumento en nuestro país; Se aplicaron varios métodos de estudio entre ellos la aplicación de encuestas las cuales comprobarían nuestras hipótesis y nos orientan hacia la conclusión anterior.

Introducción:


Por décadas la mujer ha sido víctima de la discriminación, bien por razones tradicionales y preestablecidas en una sociedad determinada, o los comúnmente encontradas en civilizaciones modernas, entre las que son comunes las reiteradas: raza, sexo, religión, más aquellas no aceptadas por romper lo cotidiano, lo moral, como la inclinación por el sexo similar.

La etimología de esta palabra proviene del latín y significa separar, distinguir, diferenciar una cosa de la otra, discriminación (o discriminación social); es decir, tratar a una persona de manera diferente. Muchas veces su origen se encuentra en decisiones adoptadas respecto a otras personas, basadas en razones que terminan en perjuicios.

La palabra mujer aparece en todos los diccionarios -más o menos- de la siguiente forma: Mujer: persona del sexo femenino; esta persona cuando llega a la pubertad; la casada (mujerona, mujeruca), con relación al marido; prostituta; de mala vida, mundana, casquivana, perdida, pública; mujer de su casa; la que gobierna, ejecutiva los que haceres domésticos, cuidado de su hacienda y familia, etc; fácil, la considerada adorable sexualmente; fatal; mujer irresistible, seductora.

Si bien es cierto que en el balance entre hombre y la mujer existen diferencias biológicas, a ella le adjudican valores negativos aportados por la sociedad, cuyo basamente socio-filosófico se fundamenta en el machismo. Esta deducción hace pensar que a pesar de las diferencias bio-psico-social entre lo masculino y lo femenino, la mujer se ha ganado su espacio en la sociedad y lucha por mantenerlo.

Durante años para el hombre ha sido un instrumento sexual, destinada a la reproducción y a la atención del hogar, la familia y los hijos. Sin medios económicos de subsistencia no le quedó otra alternativa que asumir ese rol. Los tiempos cambian y la mujer logró, a través de su lucha, conquistas sociales y laborales, al enfrentarse el reto de trabajar en una entidad y en los menesteres del hogar, lo cual significó -sin la menor duda- una nueva y pesada carga para ella.

El pleno s. XXI muchas sufren desigualdades, el feminismo da miedo a diversos sectores, pero es hora de Imponerse a las costumbres que la marginan y discriminan, en forma más o menos humillante, pero, ¿Sin sufrimiento por parte de la mujer? Es costumbre gitana que si una mujer no es madre en los dos primeros años del matrimonio, repudiarla y tener ella que llevar consigo el calificativo de machorra, humillante para esta civilización.

En casi todas las sociedades y esferas de actividad la mujer es objeto de desigualdades, manifestada en la familia, en la comunidad y el lugar de trabajo. Aunque sus causas varían de un país a otro, la discriminación contra la mujer es una realidad difundida y perpetuada por la supervivencia de estereotipos, prácticas y creencias culturales y religiosas tradicionales que la perjudican. En varios países del mundo se les priva de sus derechos legales, incluido el voto y el derecho de propiedad, diferencias que no tiene otro nombre que discriminación, flagelo que obstaculiza el crecimiento económico, la prosperidad y propicia la violencia en proporciones inusitadas.

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